sábado, 4 de abril de 2009
Fan Fiction de Sara (2ª parte)
¿Os acordáis del Fan Fiction de Sara? Estaba realmente interesante. Si no lo leisteis, podéis hacerlo ahora aquí.
2ª Parte
A veces parece mentira cómo las cosas pueden cambiar tanto... Parece que fue ayer, cuando Nathan aún luchaba por ser jugador profesional, cuando Haley intentaba volver a ser alguien en el mundo de la música, cuando Peyton se enteró de que estaba embarazada, cuando ella y Lucas se casaron, cuando Brooke se reencontró con Chase y sí, también parece que fue ayer cuando Rachel regresó a Tree Hill... Sin embargo y, aunque nos cueste creerlo, no fue ayer. Fue hace mucho tiempo, o quizás no tanto, pero desde luego, sí el suficiente. Las personas que éramos hace tres años, no se parecen en nada a las que somos ahora. ¿Qué pasó durante ese tiempo? ¿Qué hizo que algunos regresáramos a nuestro hogar? ¿Qué hizo que otros nos alejáramos ¿Qué sucedió para que algunos encontráramos la felicidad después de tanto tiempo? ¿Y qué pasó con los que la vimos pasar de largo? Lo que pasó, es la historia de nuestras vidas, esa que nos ha hecho ser quienes somos ahora, esa que, pase lo que pase, siempre vivirá en nuestros corazones.
Hace ya algunos años, y después de muchos intentos, Nathan consiguió que el ojeador más importante de uno de los mejores equipos de la costa oeste se fijara en él. Fue el día que jugó el mejor partido de su vida desde su regreso, era el día que Jamie cumplía seis años, era el día en que todo cambió. Una gran oferta, negociaciones, acuerdos, discusiones, una mudanza, mucha nostalgia y la familia Scott se trasladó a vivir a Los Ángeles. El cambio fue duro para todos, sobretodo para Jamie, pero al llegar allí se dieron cuenta de que ese, y sólo ese, era su verdadero hogar, porque tu hogar está dónde esté tu familia. Nathan estaba entusiasmado, volvió a ser el de antes, un líder, un campeón, el mejor. Haley pudo centrarse en su música, y aunque tuvo que dejar de lado su faceta de profesora, también encontró, después de mucho tiempo, su lugar en el mundo. Empezó a escribir canciones, hizo alguna que otra maqueta y después de varios intentos, una discográfica se fijo en ella y se interesó por los derechos de sus canciones. Eso era lo que ella tanto deseaba, poder decir lo que sentía, conseguir que la gente se identificara con su música, con su forma de ser y de vivir, y lo más importante, sin tener que renunciar a su familia. Claro que echaba de menos las giras, el calor del público, los aplausos, pero el amor por su familia estaba por encima de todo, nunca lo tuvo más claro que en ese momento. Mientras sus padres conseguían lograr sus sueños, Jamie fue creciendo. La verdad es que era feliz. Echaba mucho de menos Tree Hill, pero ver a sus padres contentos y poder escuchar la música de su madre así como acompañar a su padre en los partidos importantes, eran cosas que le hacían casi más feliz. El esfuerzo que durante tanto tiempo, tanto Nathan como Haley, habían hecho, por fin estaba dando sus frutos y no sólo volvieron a ser los de antes, sino que fueron aún mejores. Ocho años casados, un hijo de seis precioso, una casa bonita, unos sueños alcanzados y un amor que crecía con el paso del tiempo. Pasaron dos años maravillosos en Los Ángeles, y justo cuando pensaban que no podían ser más felices, de nuevo lo lograron. Haley estaba embarazada. Felices por la nueva noticia, hicieron las maletas con la intención de pasar las vacaciones de Navidad en Tree Hill, en su verdadero hogar, con su verdadera familia.
Hace también algún tiempo que Brooke consiguió lograr la felicidad. Después de una tortuosa relación con Julian, por fin (y gracias a la ayuda de sus amigos), consiguió darse cuenta de la realidad, y como tantas veces había hecho a lo largo de su vida, sacó fuerzas de flaqueza y, después de unos meses bastante duros, volvió a ser la de siempre. El dolor de la soledad, de tantas relaciones fracasadas, de abandonos y de desprecios... El dolor tardó en irse, pero poco más que la felicidad tardó en llegar de nuevo a su vida. Era un día soleado en Tree Hill, de esos de primavera en los que el sol empieza a calentar, Brooke salió de casa y cuando se disponía a coger el coche para ir a trabajar, se dio cuenta de que no podía, ya que un enorme camión de mudanza colapsaba la calle entera. Fue entonces cuando le vio. Sí, era él, Chase. El adolescente puro, el chico del monopatín, el de aquella maravillosa noche de la fiesta de despedida a los veteranos, el que había sabido perdonarla, el que la había hecho sentir distinta, el mejor novio que había tenido nunca. Si, era él. Hacía años que no le veía, desde que se reencontró con el mientras ella salía con Owen y tiempo durante el cual, el propio Chase estuvo saliendo con Mia, esa cantante italiana con tanto talento. Estaba mucho más guapo, más maduro, mejor. Después de un primer encuentro algo accidentado, varias citas y alguna que otra pelea (como no podía ser de otra manera), Chase se trasladó con Brooke a Nueva York, dónde ambos han estado viviendo durante los últimos tres años, mientras ella recomponía su compañía hecha pedazos por la ambiciosa Victoria. Han sido tres años mágicos, en los que no se han separado, en los que se han conocido, querido, amado.. en los que han disfrutado. Y, por fin, hace cosa de dos meses él se lo pidió. Entusiasmados por la nueva noticia, se disponen a volver a Tree Hill para las vacaciones de Navidad y, si todo sale bien, quizá para toda la vida.
Y sí, también parece que fue ayer cuando Lucas reaccionó y se dio cuenta de todo. Era a ella a la que quería, a Peyton, a ninguna otra... Era con ella con la que quería vivir su vida, sus sueños, los momentos malos y buenos, las alegrías, las decepciones, los fracasos y los triunfos. Ella y sólo ella. No podía creerse lo tonto que había sido, el tiempo que había perdido, los momentos que había desperdiciado. Estaba claro, ellos estaban destinados a estar juntos. Ella era su chica, su amiga, su alma gemela. Lo era todo. A partir de entonces, todo fue mucho más fácil, Él y Peyton se prometieron, se quedaron embarazados y antes de que la pequeña Rebeca naciera, se casaron. Fue una boda preciosa, en la playa, apenas veinte personas, todos de blanco, al atardecer, fue simplemente mágica, tal y como ellos dos tantas veces había imaginado. Y así es como han sido también estos tres últimos años, mágicos, si duda, los mejores de sus vidas. Después de la boda y del nacimiento de su hija, a la que decidieron llamar Rebeca Elizabeth Scott en honor a la madre de Peyton y también, en honor a Ellie (su madre biológica), decidieron quedarse definitivamente a vivir en Tree Hill, en casa de Karen. Lucas trabajaba en sus novelas desde casa y también entrenaba a los Ravens. Peyton seguía con la compañía y trabajaba, desde la distancia, codo con codo, con su amiga Haley. Consiguió dar a conocer a varios grupos y su popularidad fue creciendo poco a poco. Ahora es habitual ver por el pueblo a músicos de todo tipo en busca de una oportunidad para trabajar con ella. La pequeña Rebeca acude al colegio en Tree Hill, al mismo al que iba Jamie antes de que se trasladaran a vivir a Los Ángeles. Es una niña preciosa, de largos rizos rubios y profundos ojos color miel. Le gusta mucho la música.
Bastante tiempo atrás, una lluviosa mañana de febrero, Rachel regresó a Tree Hill. Había pasado los últimos años de su vida viviendo a tope. Desde que se graduó, no había pasado más de seis meses en la misma ciudad, ni con las mismas personas, ni en el mismo trabajo. Hacía años que no veía a sus padres, que por lo que ella sabía hacía poco que se habían divorciado. No tenía hermanos y el resto de su familia no quería saber nada de ella. Para todos, Rachel era un problema y, para Rachel, el problema eran los demás. Estaba cansada, cansada de aparentar, de fingir, de pretender ser quien no era... Odiaba la persona en la que se había convertido y, a veces, incluso deseaba volver a tener su antiguo aspecto, antes de las operaciones y de los retoques, porque era entonces, y sólo entonces cuando sabía que si alguien estaba con ella y se preocupaba era realmente porque la quería, no porque tuviera un bonito cuerpo. Así que decidió que las cosas no podían seguir así y no dudó en regresar al único sitio en el que, a pesar de todo, se había sentido querida. Un lugar en el que había conocido a personas maravillosas que, aunque no se lo mereciera habían estado siempre a su lado. Rachel estuvo viviendo durante unos meses en casa de Brooke. Le sorprendió mucho como habían cambiados las cosas: Peyton y Lucas casados y a punto de tener un bebe. Nathan y Haley planeando su traslado a Los Ángeles, el café de Karen cerrado, Deb y Dan de nuevo juntos... y sobretodo, le pareció que el tiempo no había pasado cuando volvió a encontrarse a Brooke saliendo con Chase. Cuando ellos dos decidieron volver a Nueva York e intentar recomponer la compañía de Brooke, ella lo tuvo claro, viajó con ellos hasta allí, y se convirtió en la mano derecha de Brooke. Empezó a hacer algo que realmente le gustaba, a trabajar en algo que la apasionaba y fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que tenía que ofrecer al mundo. Desde que vive en Nueva York no ha salido con ningún hombre y han sido, para ella, los dos años más felices de su vida. Ahora está en casa, en el apartamento de al lado de casa de Brooke y Chase y el cual comparte con Caroline, una chica sureña que llegó a Nueva York en busca de tiendas, tíos y trabajo y que aún no ha encontrado ninguna de las tres cosas. Está haciendo la maleta, todos regresan a Tree Hill para las vacaciones de Navidad, también Caroline viajará con ella, últimamente la ha cogido mucho cariño, y aparte de Brooke y Chase, quiere que todos los demás también la conozcan. Ella tiene claro que no volverá definitivamente a Tree Hill nunca más...y aunque le da pena que Chase y Brooke sí que piensen en volver a vivir allí, sabiendo que eso significaría separarse de ellos, tiene claro que Manhattan es su sitio en el mundo.
Un poco antes de que Rachel volviera a Tree Hill, bueno realmente unos años antes, Bevin sentía que la vida que vivía, no era la vida que quería vivir. Nada más terminar la secundaria se casó, lo hizo con Tim, tal vez el tío más estúpido de todo el pueblo. A ella le daba igual, era joven, estaba enamorada y había encontrado a una persona que sentía lo mismo por ella. En seguida, al poco de casarse, se quedó embarazada, tuvo un niño al que llamó Nathan y el cual, desde el mismo momento en que llegó a este mundo, se convirtió en su único motivo para seguir adelante. Bevin trabajada en una tienda del pueblo, no era gran cosa, pero sin los estudios a los que había renunciado para poder casarse con Tim era lo único a lo que podía aspirar. Su marido tampoco había conseguido gran cosa, trabajaba con repartidor de pizzas en la pizzería más cutre de todo el pueblo. El dinero apenas les llegaba para pagar la casa y las cosas más básicas, apenas se veían y fue entonces cuando surgieron los problemas. Tim se volvió bastante violento, y era habitual que llegara a casa pasada la media noche con alguna copa de más. Bevin tenía miedo, no sólo por ella, sino por el pequeño Nathan, que estaba creciendo en una familia totalmente desequilibrada. Sin embargo no podía hacer nada, no tenía suficiente dinero para mantener al niño ella sola, no tenía un lugar seguro dónde ir y con su familia, desde que se casó, ni siquiera se hablaba. Así que decidió seguir con su vida, intentar ver la parte positiva de todo esto, pero no la había. Ya no eran sólo los gritos, las discusiones... eran también las peleas, los golpes, las patadas... Una noche, sintió que ya no pudía más y se decidió a denunciarle. Pensó que tal vez podría vivir en un centro de acogida, que tal vez alguien se apiadaría de ella, y no se equivocó. Desde que se enteró de todo lo que había pasado, no se separó de su lado. Se convirtió en el marido que nunca había tenido y en el padre que Tim nunca había sabido ser. Este último terminó en prisión, fuera de Tree Hill y Bevin y el pequeño Nathan viviendo en casa de su nuevo héroe, de su salvador, de Skills.
Fue más o menos por esas fechas cuando Karen, Andy y Lily pasaron ese verano maravilloso en Tree Hill. Ellas aprovecharon a pasar tiempo con Lucas, y Andy estuvo impartiendo clases de economía durante todo el verano. Poco después, volvieron a irse, siguieron viajando, y la última carta era una postal de Casablanca en Marruecos en la que podía leerse: "Ahora ya si que somos una familia. Nos hemos casado. Os echamos de menos. Karen, Andy, Lily."
También fue por entonces cuando Deb y Dan se reconciliaron, si es que se le puede llamar así. Ambos habían cambiado, mucho, pero tenían claro que no podían vivir el uno sin el otro. Lo suyo no era una relación convencional, eso estaba claro, más bien era algo un poco masoquista, que le vamos ha hacer... ellos son así. Una de esas parejas que no se aguantan, que no son capaces de convivir, pero que no pueden vivir separados. Así que decidieron asumirlo y, para sorpresa de todo, se retiraron a vivir tranquilos en la casa de la playa, lejos del pueblo. Era más bien una relación de amistad y compañía que de amor, pero una relación al fin y al cabo. Las viejas heridas aún estaban ahí, pero si a pesar de todo seguían juntos, era porque algo o alguien importante les unía.
Sí, las vidas de todos han cambiado. Durante estos últimos tres años todo pareció salir bien, pero lo importante, es lo que pasará a partir de ahora, con todos de vuelta (aunque sea sólo durante las vacaciones), en Tree Hill.
Continuará...
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me encanta
ResponderEliminarnose, a mi me parece demasiado perfecto todo
ResponderEliminaryo quiero la vuelta de la raichel de siempre. Brooke me gusta con chase o con julian, y que es de mouth??
nose, tiene que haber algo de vidilla todo tan perfecto no me gusta, OTH no se caracteriza por eso...
La tercera parte está en marcha...y con respecto a que todo es demasiado perfecto...es que no sabéis el final que os tengo preparados en la tercera y última entrega!:)
ResponderEliminarPor cierto, Anónimo, los FanFic son como la serie, no se puede dar gusto a todo el mundo, aunque se intente.
Gracias por los comentarios.
Un beso
Sara muy buen trabajo...te felicito!los fanfic no necesariamente tienen que reflejar la serie,sino que con ellos damos rienda suelta a la imaginacion y le damos un final que nos gustaria.
ResponderEliminarbesos
y sam???? q paso??
ResponderEliminarweno a mi la parte primera m a parecido total oth! muy bieen
ResponderEliminaray kosas k no m gstaan mxo komo k brooke est kon chase...
m gsta k welva rachel y lo d caroline m tiene preocupada...jajaja no vaya a ser k se junten demasiado rachel y ella...seria muyy raro
y lo de dan y deb tb super raro!
xo esta xulo! a ver para kndo la siguient parte!
xcierto k fue del fanfic de israel?o ismael...no rekuerdo muy bieen,sorry!
unas cosas si estan bien otras demasiado ñoñas :S!!
ResponderEliminarEnhorabuena por el fan fiction. Me he leido las dos partes seguidas y me han gustado bastante :), sobre todo la parte de Bevin, que es más original, aunque también me gusta como está desarrollado como llegan todos los personajes a su vida actual... Quizá no me gusta que Dan esté apartado y con Deb, pero bueno será debido a que a mi me gusta que sea malo porque le da mucha vida a la serie.
ResponderEliminarSigue escribiendo ;)
Y para *estrella*... a ver cuando escribo la siguiente parte de mi fan fiction, que me alegro que te acuerdes de él aunque no de mi nombre :P jeje, pero ultimamente estoy un poco vago... A ver si puedo sacarle tiempo
Pues a mí me está gustando mucho el FanFic, el saber que fue de los personajes y el conocer como llegaron hasta ese punto.
ResponderEliminarQuizás todo sea perfecto, pero... no importa. No sé, no es como una historia... Es contarnos cómo son los personajes en el futuro, y a mí me gusta mucho como está quedando.
Espero impaciente la siguiente parte :)
Está en proceso la tercera parte. Intentaré mejorar y cambiar las cosas que menos han gustado! Gracias por los comentarios.
ResponderEliminares sierto, que pasó con Samantha, de pronto desaparesió? bua,... esta chica al prinsipio no me gustaba, no la veia para la serie... pero esta niña se a ganado muxos corasones...
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