Fan Fiction de Israel: Continuación Capítulo 6x01

29/09/08 ACTUALIZADA - 6ª PARTE

Bueno... no sé si os acordáis que durante este verano estuve publicando los Fan Fictions que me mandabais. Isael escribió sobre un posible capítulo 6x01, que todavía no he acabado. Os dejo la siguiente parte. Como la semana que viene no habrá capítulo de One Tree Hill seguiré publicando historias que tenía pendientes:

Continuación...

En esta entrada continúa el Fan Fiction de Israel. Si queréis leer las 3 partes anteriores podéis hacerlo aquí.

4ª Parte: Nathan

"Las gotas de sudor surcan el cuerpo de Nathan. Su respiración está agitada y la camiseta se le pega cada vez más a su pecho. Bota la pelota sobre la línea de triple pasándosela de una mano a otra. Evita la oposición de Quentin con un reverso y corre hacia canasta. Salta. Contrarresta el intento de tapón con un rectificado y el balón tras pegar en el tablero consigue entrar en la canasta. Quentin coge la pelota y la lanza contra la pared con rabia. Inclina su cuerpo apoyándose sobre sus rodillas mientras recupera el aliento.

Cada vez que anota, Nathan cierra los ojos. Imagina la cancha llena de gente coreando su nombre. Ve a Whitey gritando nervioso en el banquillo. Escucha los comentarios de Mouth en la grada y siente la presencia de Lucas siempre junto a él. Daría cualquier cosa por conseguir su sueño, recuperarse y volver a ser un jugador con opciones de ser elegido en el draft de la NBA, pero también daría cualquier cosa por poder jugar un nuevo partido con los Ravens y vivir otra vez todo aquello.

• - Vamos Q. Una vez más.

Una tremenda satisfacción recorre su interior cuando es capaz de ser más veloz, saltar más alto o mejorar su agilidad y coordinación, pero también ha descubierto la enorme gratificación que le produce poder transmitir a Quentin sus ideas sobre el baloncesto. Ambos se necesitan mutuamente para poder superar las limitaciones de sus lesiones. Nathan sabe que para Q no poder utilizar su mano derecha supone una cura de humildad necesaria para que pueda mejorar su técnica, tanto a la hora de distribuir el juego como en tareas defensivas.

• - Primero las piernas. Tus piernas deben defenderme antes que tus brazos.
• - Venga superestrella intenta pasar – le responde con suficiencia.

Nathan pasa el balón por detrás de su espalda. Amaga hacia un lado, pero sale corriendo disparado hacia el otro. Quentin le sigue con desplazamientos laterales, oponiendo siempre su cuerpo entre Nathan y la canasta. Tira en suspensión, pero el brazo de Q le estorba lo suficiente para que el balón rebote en el aro.

• - ¿Quién es la estrella ahora eh? ¿Quién? – coge el balón con su izquierda y realiza un mate -. Q es el mejor estrellita.

Nathan sonríe brevemente jadeando por el esfuerzo. Sus ojos se desvían hacia la grada. Por una décima de segundo le ha parecido que había alguien allí, observándole. Se acerca, pero no ve más que sillas vacías y pasillos desiertos. Ni una pequeña pista de qué puede ser lo que ha creído ver. ¿Otra vez Dan, siempre vigilándole, intentando volver a su vida y ganar su confianza? Es imposible. Su padre se encuentra en el hospital gravemente herido tras el atropello.

• ¡Papi! – escucha gritar desde el otro extremo de la pista.

Se gira y ve a su hijo corriendo hasta llegar a su lado. Detrás de él ve una niña rubia de pie junto con dos personas. Su rostro irradia felicidad cuando descubre la identidad de una de ellas, ajeno a la pequeña figura oculta entre las sombras que les observa fijamente."

5ª Parte: Dan

"Abre los ojos desorientado. No sabe dónde se encuentra. Siente la fina hierba mojada bajo su rostro. Lo último que recuerda es haber ayudado a un hombre a cruzar la calle, un fogonazo de luz y un ruido chirriante. Se incorpora. Todo está oscuro y una densa neblina le cubre hasta las rodillas. Está completamente desconcertado.

Poco a poco, frente a él, un círculo de niebla se disipa mostrando en su interior la tumba de Keith. Detrás de la lápida se encuentra sentado el niño que en tantas pesadillas le ha atormentado mirándole fijamente. Su boca dibuja una mueca de amargura y da unos pasos hacia atrás pero la tumba le persigue. El niño se levanta y se acerca a él sin apartar la mirada de sus ojos.

• - ¿Tienes miedo pequeño Danny? – le dice mientras camina rodeándole.

No puede responder. El miedo le atenaza. ¿Dónde se encuentra? ¿Es ese el infierno?

• - No es el infierno Dan. Si lo fuera ya te estarías abrasando.

Deja escapar un grito al reconocer la voz. El niño se aleja corriendo perdiéndose entre la niebla. Todo su cuerpo está temblando.

• - Estás muerto Keith. Estás muerto. Yo te maté. No puedo dar marcha atrás. ¡Deja de atormentarme! – grita desesperado.

De la niebla surge el cuerpo adulto del Keith con semblante serio. Dan observa horrorizado que la herida de bala permanece en el pecho y continúa supurando sangre.

• - ¿Te gusta? Es el último recuerdo que me dejó mi hermano. Supongo que lo guardo con cariño.
• - ¿Cuándo dejarás de atormentarme Keith? ¿Cuándo dejaré de pagar por lo que te hice?
• - Nunca Dan. En el momento que apretaste el gatillo elegiste un destino del que nunca podrás escapar. No hay nada que puedas hacer – contempla a su hermano de soslayo -. Si de verdad quieres hacer bien a alguien, esto es lo mejor que puedes hacer.

La niebla desaparece y Dan viaja a su celda en la cárcel. Las sabanas permanecen colgadas justo de la misma manera que la noche que decidió colgarse como si siguieran esperando volver a ahogar su cuello.

• - Es lo único que te queda – le dice Keith mientras su cuerpo desaparece al atravesar una de las paredes de la celda.

Dan se sienta en la cama todavía conmocionado. Piensa en las palabras de Keith. Quizá tiene razón. Quizá es verdad que existen decisiones que no puedes revocar. Quizá es inútil tratar de intentar ser un Dan bueno. Y quizá, si no puedes tirar hacia atrás, lo mejor es seguir el mismo camino que el de la bala al atravesar el cuerpo de Keith.

Para cuando despierta, tendido en la cama del hospital, Dan tiene perfectamente claro qué es lo que tiene que hacer."

6ª Parte: Haley y Peyton

"Haley camina con la guitarra colgada a su cuello. Volver a componer, grabar, tocar… es algo que echaba tanto de menos. Le asombra en cierto modo como dejar que Nathan y ella vivan sus sueños ayuda al mismo tiempo a mejorar su relación de pareja, pero le apesadumbra todo el tiempo que pierde sin poder cuidar de Jaime. Incluso siente pequeños recelos cada vez que una nueva frase encaja en una melodía o un arreglo enriquece una canción. Teme que todo se vuelva a desbocar, que su cuerpo le pida volver a dejar todo y escapar para realizar una gira sin preocuparse por lo que deja atrás. Sabe que eso no volverá a ocurrir por lo mucho que ama su vida actual aunque los nervios antes de actuar en el escenario, el clamor del público… son sensaciones que le producen una profunda adicción.

Ha quedado con Peyton para mostrarle sus nuevos avances y retomar la grabación. Cuando entra en el despacho contempla una Peyton distraída con la vista perdida en su libreta y la mina del lapicero apoyada sobre el papel.

• - Hola Pey – saluda dejando la guitarra sobre la silla.
• - Eh, hola – contesta Peyton guardando apresuradamente su libreta. Haley nota como sus ojos están hinchados.
• - ¿Qué es lo que ocurre? ¿Qué ha pasado?

Ambas cruzan las miradas y Peyton narra la historia de la llamada de Lucas.

• - ¡Oh, Dios! ¿Por qué siempre tiene que ser tan Lucas? – exclama Haley levantando las manos apuntando sus dedos al techo.
• - Pero no contesté. No pude. No supe que decirle. ¿Y si Lucas cree que es otro no? ¿Y si he perdido mi oportunidad? Quería responder, de veras que sí. De verdad que quería.

Haley camina nerviosa por la habitación ordenando sus ideas.

• - Yo le dije a Lucas que debía hacer caso a su corazón y decidir a quien amaba realmente. Cuando leí su libro sabía que hablaba de ti. Le dije que no podía casarse con Lindsey – Peyton la sigue con la mirada con un semblante entre triste y esperanzado -. No hay nada que puedas hacer para que Lucas deje de quererte. Ni siquiera en todo este tiempo, por mucho que lo quisiera negar, ha dejado de hacerlo.

Oyen voces y pasos en el exterior y se vuelven hacia la puerta. Ven cruzar a Jaime junto con una niña rubia de cabellos ondulados y rostro blanco como la nieve. Detrás de ellos está Brooke sonriente junto con otra persona. Peyton se levanta de la silla y varios escalofríos cruzan su espalda. Casi no puede creerlo. Es Jake. Corre a abrazarlo y le da un beso en la mejilla. Jake la abraza intensamente. Comienzan a hablar sin soltarse desconociendo que, en el otro extremo, un Lucas recién llegado observa la escena con gesto desconsolado. Retrocede sobre sus pasos y en completo silencio, desaparece."

Continurá...