Fan Fiction de Israel: 2ª Continuación Capítulo 6x01

31/10/08 ACTUALIZADA - 9ª PARTE

¿Os acordáis del Fan Fiction de Israel? Pues aún no ha terminado y la historia se pone cada vez más interesante. ¿Qué creeis que pasará? ¿No os hubiese gustado que la 6ª temporada hubiese empezado así?

Hasta que llegue el 9º capítulo de la temporada podéis disfrutar leyendo la 9ª parte del Fan Fiction de Israel. ¿Quién será la misteriosa mujer que trata de detener a Nathan?

Continuación...

En esta entrada continúa el Fan Fiction de Israel. Si queréis leer las partes anteriores podéis hacerlo aquí (partes 1, 2 y 3) y aqui (partes 4, 5 y 6)

7ª Parte: Brooke

Aunque ha sido sólo durante una décima de segundo, Brooke cree haber visto el rostro de Lucas entre la penumbra al fondo de la habitación. Recuerda la conversación telefónica con Peyton, llorosa, y se imagina el efecto que puede producir en la mente de Lucas la escena de un abrazo cariñoso entre Jake y su amiga.

• - Bueno chicos, creo que tendréis mil cosas de las que hablar y además yo tengo mucho lío con los diseños, las reuniones, encontrar un sustituto para Victoria… - se excusa rápidamente -. ¿Alguna vez os he dicho cuánto la odio? Pues sí, la odio. Pey, luego te llamo.

Sale apresurada a la calle. Comienza a anochecer sobre Tree Hill. Mira a ambos lados de la calle, pero no ve a Lucas por ningún lado. Trata de telefonearle mientras se acerca a su coche aparcado, pero no recibe respuesta. Conoce tan bien a Lucas que en esos momentos sólo hay un sitio en el que puede estar.

Mientras conduce, recuerda la conversación telefónica con los padres de Angie informando de que la niña se encuentra perfectamente y agradeciéndola todos sus cuidados. Evoca con cariño todo el apoyo que recibió de Lucas mientras cuidaba de la pequeña. Las últimas veces que ha estado junto a Lucas ha experimentado una extraña mezcla de amor fraternal con pequeñas dosis de amor pasional. Quiere pensar que todo es debido únicamente a la vulnerabilidad de sus sentimientos por el continuo rechazo de su madre y la pérdida de la niña. Y a que Lucas siempre estuvo allí. Siempre. Para lo que necesitara… Y extraña la compañía de Owen que desapareció en el mismo instante que Angie entró en su vida. Incluso echa de menos los momentos con Chase, en esa relación tan intermitente… Y se da cuenta, que lo que más extraña en la vida, es volver a sentir la sensación del amor, de la que tanto se ha escudado con su trabajo.

Aparca en River Court y encuentra tal y como había imaginado a Lucas con la mirada perdida más allá del dibujo de Peyton.

• - ¡Eh, Luke! – Lucas se gira sobresaltado como si le hubieran despertado de un sueño. Sus facciones se suavizan.
• -Brooke Davis – sonríe - ¿Qué tal? ¿Qué tal Angie?
• - Bien pero no he venido a hablar ni de lo maravillosa que soy yo. Que lo soy. Ni de lo maravillosa que es Angie. Que lo es. ¿Qué ocurre Lucas?
• - Peyton – responde haciendo un gesto melancólico con la mano -. ¿Has tenido alguna vez la sensación de no querer hacer cualquier cosa, evitarla por el miedo que te produce y que cuando te decides a luchar por ella, simplemente ha dejado de estar allí?
• - Luke, Peyton me llamó así que sé lo que ha pasado entre vosotros. No soy quien para meterme en medio, pero tenéis que hablar en persona. Estar los dos cara a cara y deciros de una vez qué sentís, qué queréis.
• - Os vi en la discográfica. La forma en que abrazaba a Jake…
• - Si Peyton hubiera querido estar con Jake llevaría mucho tiempo siendo señora Jaglieski. ¿Cómo no lo puedes ver Luke? ¿No ves lo que hay debajo de tus pies?

Lucas se queda sin argumentos. Brooke le mira reprimiendo una punzada egoísta de quererle para ella. El recuerdo de su última relación es capaz de mitigarla en parte.

• - Hazme caso – apoya una mano en su cabeza y acaricia su pelo -. Y por supuesto te agradezco que esta vez no hayas venido corriendo a mi casa para emborracharte y tratar de besarme.

***************

Una hora más tarde Brooke llega a su casa. Esos días se encuentra demasiado vacía, sin lloros, sin gritos… Cruza el salón y le sorprende ver encima de la mesa un cóctel entre dos velas que iluminan la instancia con luz tenue y un ramo de rosas de un rojo intenso.

• - ¡Owen! – exclama - ¿estás ahí?
• - ¿Owen nunca te contó quién le enseñó todo lo que sabe sobre cócteles, verdad?

La sonrisa radiante de Chase le da la bienvenida desde el dintel de la puerta.

8ª Parte: Jake

¿Alguna vez has cumplido un sueño, has hecho realidad aquello que tanto deseabas por muy imposible que pareciera? ¿O cuando más cerca estabas de llegar, lo has rozado con los dedos y lo has perdido en el último instante? ¿Has reído sin poder parar o has llorado hasta quedarte sin lágrimas? Tantos sentimientos, tantas historias, tantos sueños, tantas esperanzas… Quizá te has enamorado a primera vista, quizás te has quedado prendado de alguien tras conocerle o quizá has amado en secreto y nunca te atreviste a revelar tus verdaderos sentimientos. Sabrás lo que se siente al dar un beso, recibir un abrazo o entregar tu corazón y ser correspondido. Y probablemente sabrás también cómo el más bello de los sueños puede convertirse en la peor pesadilla, cómo se puede perder aquello que más quieres y sentir esa tristeza, esa soledad… ese hueco tan profundo que crees que nunca se podrá llenar… ¿Y alguna vez conseguiste escapar de ese vacío? ¿Encontraste a esa persona que mereciera la pena, abriste la puerta y la dejaste pasar? Si alguna vez, en tu interior, sentiste algo parecido… entonces, simplemente, sabrás lo que es estar vivo…

Tocando la guitarra, con el micrófono pegado a sus labios y pensando en esas palabras, Jake entona una de sus canciones de desamor compuestas en noches solitarias a los pies de la cuna de su hija adormecida. Es uno de los pocos momentos que puede cerrar los ojos, perderse en la melodía y sentirse en paz, liberado de toda preocupación. Ignora, que al otro lado del cristal de la sala de grabación, Haley y Peyton se miran contagiadas por la emoción que emite su canto. Y es, justo en el instante en el que se pierde la última nota, cuando sus sentidos retornan al mundo real, del que en ocasiones tanto quiere escapar.

Nota la mirada de Peyton fija en él. Apoya la guitarra en el suelo y devuelve la mirada, levantado por un instante las cejas y sonriendo levemente.

• - Bueno, ¿qué os ha parecido? –pregunta tímidamente.
  - Es… Es fantástica – contesta Peyton.
  - Sí, Jake. Y no te preocupes. Lo pensamos de verdad. No lo decimos porque tengas enchufe por haberte acostado alguna vez con la jefa.
  - ¡Haley!

Peyton golpea el hombro de Haley mientras ríe y Jake acompaña sus risas acercándose a ellas sin poder apartar la vista de Peyton.

• - En serio Jake. Es buena, realmente buena. Creo que podría ser un gran single.

Jake se encoge de hombros. Hace ya mucho tiempo que entendió que el camino que decidió tomar con Jenny implicaba aparcar muchos de sus sueños en el rincón oscuro de las esperanzas frustradas.

• - Muchas gracias, pero… No me imagino grabando canciones ni dando conciertos en ningún sitio más grande que el escenario improvisado de algún bar.
  - ¿Por qué? – pregunta Peyton. El corazón martillea su pecho mientras Jake contesta clavando sobre ella su intensa mirada.
  - Simplemente no podría separarme de Jenny. Para mi significa mucho más que todo eso. Una vida así me impediría vivir muchas cosas junto a ella y seguro que más tarde me arrepentiría de ello. Por eso pensé que, si os gustaba, podía cederos la canción para el nuevo disco que Haley está componiendo.
  - Oh, lo agradezco mucho de verás, pero es tu canción. No creo que fuera capaz de cantarla y sentirla de la misma manera que tú.
  - No sólo lo harás mejor que yo, sino que estoy convencido de que seguro que encuentras la forma para poder mejorarla.

Haley mira a Peyton que sonríe asintiendo mientras gira sus ojos hacia Jake. Advierte las miradas cómplices que ambos se dedican y comprende que necesitan un tiempo a solas para poder hablar.

• - Está bien. Muchísimas gracias, pero sigo pensando que es tu canción y que por ello nadie será nunca capaz de interpretarla mejor que tú, así que me niego a aceptarla si no hacemos un dúo y vienes aquí a grabarla conmigo.
  - Me parece bien. Sería estupendo poder participar en tu disco. Trato hecho.
  - Genial. Entonces mañana o cuando te venga bien hablamos del tema, ¿vale? Bueno chicos se me hace tarde y Jaime tiene que cenar. Además no me gusta dejarle tanto tiempo a solas con Jenny. Conociendo a la familia Scott, no me extrañaría que estuviera pidiéndola matrimonio justo en este momento – añade mientras abandona la sala.

La voz de Haley desaparece dejándoles envueltos en un manto de silencio que durante unos segundos ninguno de los dos se atreve a romper. Jake evoca aquellos momentos con Peyton a solas, tan lejanos en el tiempo pero tan próximos en su memoria.

• - Has estado muy callada.
  - Si, no se… ha sido un día… ¿Cómo decirlo? Demasiado intenso, demasiadas cosas que no esperaba. Y apareces tú y tocas esa canción que todavía me tiene como en una nube… Es como que todavía no hubiera asimilado nada.
  - Preferí darte la sorpresa y venir sin avisarte.
  - Tencanta volver sin avisar. Y ahora que tenemos tiempo cuéntame, ¿por qué has vuelto a Tree Hill?

9ª Parte: Nathan

La noche comienza a caer sobre Tree Hill. El cielo se tiñe caprichosamente en un collage de matices cobrizos, añiles y violetas y las sombras avanzan arropando en la penumbra todo aquello que encuentran a su paso. Nathan camina por la acera, intranquilo. No ha podido librarse en todo el día de la sensación de sentirse observado y quizá en ese momento, solo, al comienzo del ocaso, es cuando se siente más vulnerable. Más de una vez gira la cabeza como intentando atrapar alguna persona tras una esquina o al menos alguna mirada indiscreta, pero lo único que consigue es incrementar más su paranoia. Es ridículo. ¿Quién podría seguirle? Con su padre en el hospital únicamente existe una persona que pueda inquietarle. Se estremece al dibujar en su mente la figura de la niñera nadando desnuda en la piscina y como si fuera una pesadilla, la imagina acercándose hacía el con su mirada intensa, rozándole el pecho con sus manos, susurrándole al oído que debe ser suyo…

Un coche le adelanta a toda velocidad y se pierde al doblar la calle. La mente de Nathan vuelve al mundo real sin perder el nerviosismo del que presiente que algo malo va a ocurrir. Camina acelerando el paso, queriendo llegar a casa, tirarse en el sofá, poner la tele y olvidarse de todo. Jugar un rato con Jamie antes de acostarse sabiendo que cualquier preocupación se diluye cuando tu hijo te dedica una de sus inocentes sonrisas. Irse a la cama con Haley, sentirla a su lado, besar su boca, perder las manos sobre su cuerpo, convertirse en uno… Pero el fantasma de Carrie le persigue en sus fantasías apoderándose del lugar que ocupaba Haley entre las sábanas.

¿Por qué preocuparse? No ve a la niñera desde hace mucho tiempo y en su intento de secuestrar a Jamie, Dan amenazó con matarla si se volvía a acercar a su familia… Dan…

Una punzada de culpabilidad atraviesa su cuerpo. Desde que recibió la llamada informándole del accidente de su padre, ni él ni nadie se ha acercado al hospital para ver cómo se encontraba. Los actos de Dan nunca tendrán justificación ni perdón posible y le entristece pensar que la única solución para que todo el mundo pueda vivir tranquilo sea su muerte. ¿Cómo es posible que su padre haya sido capaz de hacer esas cosas horribles? ¿Cómo pudo dejarse llevar por el egoísmo, el victimismo, la venganza? Desde luego, no existe ningún libro de instrucciones para pasar de estrella del baloncesto a padre y marido modélico en cómodos pasos. Él, que ha tenido que andar sobre muchas de las huellas dejadas por su padre, se pregunta si no hubiera llegado a ser una persona similar de no haber siempre odiado convertirse en alguien como Dan.

Abandonado en sus preocupaciones, llega a su casa y entra, ignorante de que unos metros más adelante sumido en una oscuridad que cada vez se hace más densa, está aparcado el mismo coche que llamó su atención calles atrás y que una silueta en su interior le contempla esperando que llegue su momento.

La casa esta vacía. Ni la guitarra de Haley, ni las carreras de Jamie, ni siquiera su madre con alguno de sus tejemanejes en la cocina. ¿Vacía? Proveniente del pasillo, un gruñido áspero atraviesa sus oídos y eriza el vello de su piel. Avanza despacio, sin encender la luz, sigiloso, escuchando una especie de ronquido arrítmico cada vez con más fuerza y detecta el origen en su propio dormitorio. El corazón amenaza con escapársele por la boca. Sin pensarlo dos veces abre la puerta, entra en el dormitorio y presiona el interruptor. Lo que aparece ante sus ojos hace que se le corte la respiración, mientras su cerebro se declara incapaz de asimilarlo. Ve a su madre con rostro sobresaltado con su cuerpo oculto bajo las sábanas, pero lo que le aterra es descubrir a Skills abrazado a su lado con el semblante de irrealidad de quien acaba de despertarse. Nathan continúa inmóvil. Su labio tiembla de ira. Sin articular palabra, corre en la dirección de Skills que logra escapar con un rápido movimiento del puñetazo que se estrella en la almohada. Sus ojos encolerizados le persiguen mientras trata de buscar refugio al otro lado de la cama. Deb consigue interponerse entre ambos y Skills aprovecha el breve momento de vacilación para ponerse los pantalones.

• - Mamá, voy a decir esto y no quiero tener que repetirlo más veces. Sal de aquí y no vuelvas, ¿ok?
• - Nathan, cariño…
• - ¡Fuera!

La aparta bruscamente con su brazo y corre detrás de Skills que vuela por el salón para escapar por la puerta del recibidor. La persecución se traslada a las calles de Tree Hill sumidas ya casi por completo en la penumbra de la noche. Mientras huye, Skills percibe cómo le inunda su propio miedo. La angustia le atenaza al escuchar el jadeo de la respiración de Nathan cada vez más cercana. Trata desesperado de encontrar una escapatoria. Su corazón exaltado protesta pidiéndole que aminore el ritmo.

La rabia nubla la razón de Nathan que grita enloquecido el nombre de Skills. Cada vez está más cerca. Cruzan las calles en desordenados zigzags ajenos de las miradas curiosas de los pocos transeúntes o de los cláxones de los coches obligados a frenar bruscamente a su paso. La adrenalina y la determinación mitigan cualquier asomo de cansancio.

Nathan salta sobre el cuerpo de Skills y lo derriba contra el suelo. Clava su rodilla en las costillas. Skills trata de zafarse pataleando, pero no consigue cubrirse de la lluvia de golpes que cae sobre su cuerpo. Por un momento tiene la sensación de que va a morir allí desangrado si esa avalancha de impactos no cesa. La sangre resbala por la nariz y sus labios. Apenas es capaz de abrir ya los ojos.

Nathan no piensa. En esos momentos sólo obedece al odio, al rencor a la venganza, casi ignorando la voz femenina que se acerca hacia él gritando.

• - ¡Nathan! ¿Qué estas haciendo? ¡Para! ¡Para!

Nota unas manos en su espalda, tratando de tirar de él y separarlo de Skills.

Horas más tarde en el hospital cuando todo sea miedo y confusión, se preguntará si realmente alguna vez ha dejado de ser distinto de Dan.

********

Deb entra en el salón sujetando una pequeña maleta. No ha recogido la mayoría de sus cosas con la esperanza de poder arreglar las cosas con su hijo más adelante. La puerta de la calle aún permanece abierta como queriendo dar salida a lo ocurrido en esas cuatro paredes. Con angustia, piensa en el pobre Antwon y espera que pueda esquivar de alguna manera de la furia de su hijo. A lo mejor esa relación ha sido únicamente una locura que debía de haber sabido prever y evitar o quizá ve en él algo más que una mera atracción física.

Un golpe en su cabeza interrumpe sus pensamientos. Su visión se nubla.

• - Yo soy la niñera aquí – es lo último que escucha mientras su cuerpo cae inconsciente sobre la alfombra.

Continurá...