La serie me ayudó mucho en ese momento, ya que era adolescente y ahí reflejaban los sentimientos, las angustias y la libertad propia de mi edad (en ese entonces). Con OTH aprendí que las decisiones que uno toma de niño lo definen por el resto de la vida y que la búsqueda de lo que uno quiere ser en verdad, no se termina nunca. Desbordar pasión, arte y amistad es un derecho y una obligación que tenemos todos, y hay que defenderlo a capa y espada.
Al pasar los años, cuando las dudas de nuestro propio futuro se agigantan extrañé OTH y me propuse verlo de nuevo online. Y así fue que casi al finalizar de ver esa hermosa 4ª temporada, me enteré que comenzaría muy pronto una quinta. Y como en Argentina recien ahora están dando las últimas temporadas, continué viéndolas online.
Fue mucho mi alivio cuando vi que lo personajes estaban en una suerte de crisis muy parecida a la mia, me sentí menos sola... y a lo lago de las siguientes temporadas aprendí que uno tiene que convivir con los problemas toda la vida y para eso nunca hay que olvidarse de vivirla con pasión, arte y amistad...
Una de las imagenes más significativas es este dibujo de Peyton, porque me parece un mensaje hermoso del que se puede concluir que todos somos únicos.
Paula Cruceño
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